jueves, 19 de abril de 2012


El maltrato infantil 



Las estadísticas muestran un importante aumento en las denuncias de violencia familiar contra menores. 
Maltratar físicamente a un niño no es solamente golpearlo con la mano o un objeto, 
patearlo o sacudirlo. Pellizcarlo, tirar del pelo, forzarlo para que se quede en una 

posición incómoda u obligarlo a hacer ejercicio físico en exceso también son tratos 
indignos que hoy son moneda corriente en nuestro país. Como también el castigo verbal, 
la ridiculización, el aislamiento o el hecho de ignorar a un niño es lo que se llama abuso psicológico. 

No hay que discutir índices de pobreza, sino lograr que cada niño tenga oportunidades 
en la vida y pueda ejercer todos y cada uno de sus derechos, enfatizó hace unas 
semanas Gladys Acosta Vargas, representante de Unicef Argentina, y puso sobre la mesa 
la problemática del maltrato infantil. 
El incremento en los últimos años del número de chicos víctimas de violencia lleva a numerosas organizaciones del sector social a luchar para que ninguno tenga que pasar por esa pesadilla 
que los marcará de por vida,la Capital, de las casi 4500 llamadas que recibió en 2007 la Línea de Asistencia a la Infancia y la Adolescencia (102), el 79 por ciento fue por denuncias sobre 
negligencia y maltrato. Las cifras reales son mucho mayores, si se tiene en cuenta que 
sólo se denuncian dos de cada diez casos. 

 
Aunque no hay estadísticas oficiales en cuanto al maltrato infantil en el nivel nacional 
según los datos de la Subsecretaría de Derechos para la Niñez, Adolescencia y Familia 
en 2007 se recibieron casi 3300 denuncias de violencia familiar, que involucra la agresión 
física y psicológica de menores. 
En el nivel mundial, las cifras son todavía más alarmantes: según Unicef, 275 millones 
de niños al año sufren distintos tipos de violencia. 


 
"Si bien los números son terribles, hay que pensar más en la realidad: estamos hablando 
de criaturas indefensas que viven una constante situación de violencia", dice Karina Pincever 
directora del Programa Ieladeinu, que trabaja con niños víctimas de violencia. 

¿Qué es el maltrato infantil? 

Para muchos, el maltrato es la acción de golpear al menor. Sin embargo, este flagelo abarca 
mucho más. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el maltrato infantil 
es "cualquier acción u omisión de acción que viole los derechos de los niños y adolescentes". 
Es decir, hacer y no hacer respecto del cuidado del niño, puede convertirse en una forma de maltrato. 
El abandono o negligencia, y el maltrato emocional también son formas de violencia 
según sostienen los especialistas. "El maltrato psicológico y el trato humillante son la primera manifestación de la violencia hacia el menor", dice el presidente del Consejo de los 
Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires 
Sergio Sanmartino. "Primero es la violencia verbal, después viene el maltrato físico" 
aclara Sanmartino. 

Muchos de los menores que llegan a estos hogares tienen grandes signos de abandono 
físico, sin que necesariamente se haya llegado al golpe. "Algunos de los niños son traídos 
al programa con un peso muy por debajo de lo normal, sucios y con una notoria carencia de 
afecto", señala Pincever. 
Una tercera etapa, y con consecuencias físicas y psicológicas aún más graves, es el abuso sexual 
"Si hubiera cifras que reflejaran la realidad en este aspecto, serían terriblemente altas" 
dice la directora del Comité Argentino de Seguimiento y Aplicación de la Convención Internacional 
sobre los Derechos del Niño, Nora Shulman. 



Un estudio realizado por el Barómetro de la Deuda Social de la Infancia de la Universidad Católica Argentina, junto con la Fundación Arcor en 2007, investigó los distintos tipos de castigo 
físico y humillante que más ocurran en la Argentina. Los resultados sostienen que en los 
hogares con niños de entre 0 y 5 años, los castigos más utilizados son principalmente 
las penitencias, los retos en voz alta (60,1%), los golpes, cachetazos y chirlos (31,8%) y en menor 
medida las agresiones verbales (8,1%). 

 
La mayoría de los casos sólo salen a la luz cuando alguien detecta las evidencias físicas 
del maltrato en el menor. "Por lo general son los maestros quienes se dan cuenta de la situación 
cuando el niño empieza a faltar sin excusas válidas, y aparece con golpes en distintas 
partes del cuerpo", indica Sanmartino. 

Una tarea de todos 
La sociedad civil, la escuela y los medios de comunicación son tres actores fundamentales 
para actuar en contra de la violencia hacia los niños. 
En eso coincide también la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf) 
Es frecuente que los niños maltratados incorporen modelos violentos?, dice Paola Vessvessian 
de la Senaf., Si además se identifican con el agresor, es posible que ejerzan violencia sobre 
otros, cuando no la vivencian en su cotidianidad sobre sí mismos aclara. 

Según los representantes de Periodismo Social, los medios tienen un potencial comprobado en la promoción de derechos de niños y niñas y pueden contribuir para hacer visible el problema 
del maltrato infantil, desnaturalizando estos hechos y mostrándolos como un fenómeno 
psicológico y social complejo, antes que como un flagelo inevitable. Pero el trato mediático 
de estos temas también puede generar el efecto contrario. Gisela Grunin, de Periodismo Social 
sostiene que esto sucede cuando los medios ponderan el aspecto más morboso de los 
hechos, y cuando revelan datos o muestran imágenes que identifican a las víctimas. 
Si bien hay muchos casos en los que los niños son los protagonistas de la violencia hacia otros 
incluso en ese punto,sostienen los especialistas,hay que considerar a los pequeños agresores como 
víctimas. Además, la violencia ejercida sobre los menores es mayor que la ejercida por parte de ellos. 


 

También la escuela debe responsabilizarse por la violencia hacia los niños, y actuar para 
evitar que se difunda. A veces, las instituciones están desbordadas, y cuando un nene se porta agresivamente deciden echarlo del colegio dice, Pero cuando los chicos son violentos 
hay que pensar que eso es el signo de que algo les está pasando a ellos, agrega 
la especialista Pincever. 

Según los especialistas, hay que empezar por lo más básico: escuchar la voz de los 
niños y respetar su dignidad. En este sentido, los padres y maestros son quienes cargan 
sobre los hombros la misión de escucharlos en un marco de respeto y contención. 
 
La familia es la protagonista principal en la función de cubrir las necesidades afectivas, y en la transmisión 
de normas, valores, creencias, mitos, mecanismos de defensa, adaptación y desarrollo de la niñez 
que le permite instalarse en la vida y la sociedad. Es en ella donde hay que trabajar los límites de 
lo que es funcional o disfuncional, respetando sus estilos y su cultura familiares,comentó Pelizzari. 

 

Cómo reconocer el maltrato de menores 
Estos pueden ser indicios de abuso o negligencia: 

El niño: 
* Demuestra cambios repentinos en su comportamiento y en su desempeño escolar 
* Tiene problemas de aprendizaje que no pueden ser atribuidos a una causa 
física o psicológica específica; se concentra con dificultad 
* Siempre está alerta, como si algo malo le pudiera ocurrir 
* Carece de supervisión adulta 
* Es extremadamente retraído, pasivo o sumiso 
* Llega temprano a la escuela y a otras actividades,se queda hasta tarde y no quiere regresar a su casa 

 
El padre (o la madre): 

* Demuestra poco interés por el niño. 

* Ha sido notificado de los problemas físicos o médicos del niño, pero el niño no ha recibido tratamiento.
* Niega la existencia de los problemas del niño en casa o en la escuela, o culpa al niño por estas dificultades. 
* Pide a los maestros o cuidadores que utilicen fuerza física severa como método de disciplina 
si el niño se porta mal. 
* Piensa que el niño es por naturaleza malo, problemático o que vale poco .
* Exige resultados físicos o académicos que el niño no puede alcanzar. 
* Muestra cierta dependencia afectiva con el niño; lo necesita para satisfacer sus necesidades 
emocionales; exige toda su atención. 


El padre (o la madre) y el niño: 

* Raramente se tocan o se ven a la cara. 
* Consideran que su relación es completamente negativa.
* Dicen no caerse bien 
Indicios de abuso físico. 


Hay que considerar la posibilidad de abuso físico cuando el niño: 

* Tiene lesiones, quemaduras, mordidas, ojos amoratados o huesos dislocados o rotos 
* Tiene moretones, machucones u otras marcas en la piel después de haber faltado al colegio 
* Parece estar aterrorizado de sus padres y llora o protesta cuando es hora de irse a su casa 
* Se encoge o se disminuye cuando un adulto se le acerca 
* Dice que ha sido lastimado por uno de sus padres o por un cuidador 

 

Hay que considerar la posibilidad de abuso físico cuando el padre, la madre u otro cuidador adulto: 

* Da una versión contradictoria o poco convincente, o cuando no puede explicar las lesiones del niño 
* Dice que el niño es "malo", o lo describe de manera muy negativa 
* Recurre a la fuerza física severa para disciplinar al niño 
* Fue abusado durante su infancia 
Indicios de abandono o descuido 

Hay que considerar la posibilidad de negligencia o abandono cuando el niño: 

* Falta a la escuela con frecuencia 
* Anda mendigando para que le den comida o dinero, o los roba. 
* Carece de atención médica o dental, no tiene inmunizaciones o lentes (si los necesita) 
* Con frecuencia está sucio y huele mal 
* No tiene ropa suficiente para protegerse del clima 
* Abusa el alcohol y las drogas 
* Dice que no hay nadie en casa que lo pueda cuidar o atender .